Si estás buscando una ciudad en Austria que combine historia, tecnología, buen comer y vistas espectaculares del Danubio, pues… ¡Linz es tu sitio! Esta ciudad, la tercera más grande de Austria, a menudo pasa desapercibida porque todos se van corriendo a Viena o Salzburgo. Pero oye, ¿para qué hacer lo que hacen todos cuando puedes ser un turista aventurero y visitar un lugar donde la modernidad y la historia se dan la mano, aunque sea con una sonrisa un poco irónica?
Ars Electronica Center: Ciencia ficción en la vida real
Si eres de los que se quedan embobados con las nuevas tecnologías, el Ars Electronica Center es como el paraíso nerd. Este museo futurista es un centro de ciencia y tecnología donde puedes experimentar con la inteligencia artificial, realidad virtual y otras cosas de esas que parecen de ciencia ficción, pero que ya están aquí para recordarte lo viejuno que eres. Si pensabas que Austria era todo Mozart y castillos, Linz te da una bofetada tecnológica con este centro interactivo que te hará sentir como si estuvieras en una película de ciencia ficción.
El Ars Electronica Center es conocido como el “Museo del Futuro“, y créeme, si no te fascina un poco ver lo que viene, tal vez te interese más la sección de café. Aunque, ya que estás aquí, mejor aprovechar la experiencia y presumir en tus redes sociales de lo moderno que te has vuelto tras la visita.
Catedral Nueva: No, no es una iglesia más (es La iglesia)
A todos nos encanta una buena iglesia, ¿verdad? Bueno, tal vez no. Pero en Linz, la Catedral Nueva es un espectáculo que no te puedes perder, aunque no seas fan del arte sacro. Esta es la iglesia más grande de Austria, y cuando digo grande, me refiero a una estructura tan inmensa que hasta podrías perderte dentro (o al menos hacer un buen paseo turístico).
Es un ejemplo del neogótico que impresiona no solo por fuera, sino también por dentro con sus vitrales coloridos que te cuentan historias de Linz, y te dan una excusa perfecta para hacerte un par de selfies místicas.
El Danubio: Más que un río, es un estilo de vida
Ah, el Danubio… ese río que parece estar en todas partes. Bueno, en Linz, no es solo un río; es el lugar donde todo el mundo va a relajarse. En serio, hay algo especial en estar sentado junto al río más famoso de Europa mientras disfrutas de un café o una buena cerveza. En verano, puedes ver a locales y turistas paseando por la ribera, y si te sientes aventurero, ¡incluso puedes hacer un crucero fluvial! Así es, nada grita “vacaciones en Austria” como un pequeño paseo en barco por el Danubio.
Además, desde el río, puedes ver la ciudad en todo su esplendor y hasta alcanzar a ver las colinas que rodean Linz. Es el tipo de panorama que hace que te sientas dentro de un cuadro, o al menos dentro de un anuncio de turismo bien currado.

Hauptplatz: La plaza que no sabías que necesitabas ver
Si te gustan las plazas grandes (y quién no), la Hauptplatz de Linz es una de las más grandes de Austria. Rodeada de edificios barrocos y renacentistas, aquí es donde la vida de la ciudad cobra vida. La Columna de la Santísima Trinidad, situada en el centro de la plaza, es un monumento impresionante y te dará una excusa para detenerte y hacer fotos mientras finjes estar muy interesado en la historia.
Pero lo mejor de la Hauptplatz es simplemente sentarse en uno de los cafés de la zona y observar a la gente. Siempre hay algo pasando, desde eventos hasta mercados, así que es un lugar perfecto para descansar tus pies y disfrutar del ambiente.

Museo Lentos: Porque el arte moderno también tiene su gracia
Si creías que el arte moderno era solo para entendidos, déjame decirte que el Museo Lentos te sorprenderá. Con su fachada de vidrio y su colección de arte contemporáneo, es uno de los museos más destacados de Austria. Sí, ya sé, suena serio, pero la verdad es que algunas de las obras te harán preguntarte si el artista estaba bien de la cabeza o si simplemente se estaba divirtiendo. Lo que es seguro es que te llevará a una reflexión profunda… o al menos a hacer preguntas incómodas sobre lo que realmente es “arte”.
Pöstlingberg: ¡Más que una montaña!
Cuando necesites un descanso de la vida urbana, sube a Pöstlingberg, una colina con vistas de toda la ciudad y el Danubio. Puedes llegar en tranvía, lo cual es una experiencia en sí misma. Arriba, tienes la Basílica de Pöstlingberg y, si viajas con niños (o te sientes uno), el Grottenbahn, un tren que te lleva a través de escenas de cuentos de hadas, es una parada obligada. Vamos, una mezcla extraña entre lo místico y lo kitsch, pero totalmente divertida.



Conclusión
Linz, la ciudad que te sorprenderá.
Linz no es la típica ciudad turística que se encuentra en todos los folletos, pero ahí radica su encanto. Es un lugar donde la historia se mezcla con la tecnología, donde puedes pasear junto al Danubio, disfrutar del arte moderno y terminar el día en una terraza probando especialidades austriacas. No es la más famosa, pero definitivamente es una ciudad que, si le das una oportunidad, te sorprenderá… aunque sea porque te pasees por un museo de ciencia ficción o un tren de cuentos.